Pizza Tradicional Napolitana
Las primeras pizzerías aparecieron en Nápoles durante el siglo XIX, de ahí sale la pizza Napolitana. Para que una pizza sea considerada tradicional Napolitana debe ser hecha en un horno de piedra en forma de domo y debe cocinarse a sobre 800 °F. Debe tener también tomates San Marzanos, queso mozarella, aceite de oliva extra virgen italiano y albahaca.
Con eso en mente y con el deseo de traer una experiencia auténtica Napolitana surge esta pizzería con el mismo nombre. Ubicada en El Mercado de Paseo Caribe apuesta por traer la tradición de Napoles a los comensales puertorriqueños.
Todas sus productos son hechos con ingredientes frescos y en su mayoría orgánicos comprados localmente. El menú varía según las temporadas y con asesoría de dos Chef, uno en Nápoles y otro en Los Ángeles a cargo de diseñar sus menús que incluyen diferentes pizzas, calzones y lasañas.
Mi experiencia
Para esta reseña comencé probando “Truffled fries” son papas con queso Peccorino Romano y aceite de trufas. Su sabor le da un nuevo giro a lo que son las tradicionales y deliciosas papas que tanto me gustan. No se sienten grasosas y ningún sabor compite entre sí, brindadote ese balance perfecto entre las papas y el queso. Me parecieron que son perfectas para compartir mientras uno espera su plato.
Como plato principal probé la Pizza carnívora hecha con salsa de tomate, queso Mozarella, jamón, tocineta y salchicha italiana. Quiero comenzar diciendoles que para comer esta pizza, tienen que sacarse el recuerdo de toda pizza que hayan comida anteriormente. Su masa es fina, pero no tostada como la mayoría que he probado, y aunque la masa se siente acolchonada es delicada, firme y con un sabor inigualable sin embargo no se siente un montón de pan. Su salsa es ligera y llena de sabor, la sirvieron repleta de carnes y su porción era mucho más grande de lo que yo esperaba, comen dos personas fácilmente. El sabor era riquísimo, para mi gusto no se sentía grasosa como muchas pizzas de carnes suelen ser y en cada bocado se sentían los ingredientes frescos. Todos los sabores se podían apreciar a la perfección porque tampoco hay tantos ingredientes compitiendo entre sí. Me gustó también como me sentía despúes de comerla, no me sentía el estomago pesado, todo lo contrario me sentía muy bien, quizás era el estado de éxtasis que me había causado saborear cada bocado.
No existe una buena comida sin un buen postre asi que probé Alfajores que son como una gelletita rellena de dulce de leche y espolvoreda con azúcar y el “mouse” de chocolate y brownies. Ambos eran tentadoramente exquisitos y fueron el final perfecto para una comida perfecta.