Por: Mamita Obrera
Hace tres años comencé una de las mejores aventuras de mi vida: ser mamá. Me propuse parir en mi casa, criar con apego y lactar. De las tres tareas la tercera siempre ha sido la más grande. ¿Por qué? Bueno, primero, parir en mi casa ha sido el dolor más intenso. Pero fue un dolor que terminó en el instante que Tiago vio la luz y me lo pusieron en mis brazos. Segundo, criar con apego ha sido difícil y creo que en cierto punto ya no lo práctico.
He tenido que salir a trabajar y el apego ha sido con su abuela, mi mamá, y no conmigo. Pero lactar, ¡ay la teta!. Que tarea más ardua, más constante, más prejuiciada. Las tetas me han permitido apoderarme de mis decisiones y sentirme más segura con mi cuerpo. Ya medio humanidad me ha visto las tetas y admito que me alegra. De cierto modo, creo que a través de ellas he podido normalizar la lactancia en mi alrededor, en mi comunidad. Porque las tetas fueron hechas para alimentar.
Están ahí para suplir el más preciado líquido. La leche que sale de ellas es perfecta para
nuestros hijos e hijas. Eso muchos no lo entienden.
Si eres madre lactante o piensas hacerlo es importante que sepas que no es fácil, pero no
imposible. ¿Qué necesitas? Pues tu pecho y tu bebé. ¡Ah sí, claro! Pero, ¿qué más? ¿Cómo
me alimento? ¿Qué cuido de mí para que la o el bebé reciba la mejor leche? ¿Tengo que dejar de beber alcohol? Pues te cuento.
Vamos poco a poco. ¡DESPACITO! Cuando te digo que lo que necesitas es solo tus tetas y el o la bebé es enserio. Tu cuerpo está listo para dar lo mejor de sí, así te estés alimentando con pura comida chatarra. De eso que comes tu cuerpo manda los mejores nutrientes y minerales para la producción de la leche. Perooooo… ¿sabes algo? Empiezas a debilitarte y es muy probable que te enfermes, te sientas débil, te deshidrates y más. ¿Por qué? Pues simple, estás dándole todo a tu bebé y tú te estás quedando sin nada. Por eso es tan importante alimentarte bien y más que todo, hidratarte. El agua es la clave. Te lo digo yo, que voy para 3 años y con solo pegarse ya siento la sed. Es automático. Una buena alimentación te ayudará a sobrevivir las tantas horas de insomnio, cuando se pegue de bobo, cuando estés trabajando cansada y llegues para que se pegue. Créeme, alimentarse bien es la clave.
También, esos primeros meses donde tanto tú como bebé están adaptándose es importante planificar comidas rápidas y sencillas. Como siempre les digo, es importante el apoyo de tu familia y amigos. Ellos deben saber que ayudar con la comida, con la limpieza y otras cosas, es una gran ventaja para que tú puedas dedicarte a la ardua tarea de lactar. Sé sincera contigo misma. En mi caso me encanta comer de todo y de vez en cuando pecar comiendo en lugares prohibidos (fast food), mientras puedas evitarlos mejor. Pero el día que quieras comerte unas buenas papas fritas intenta hacerlas tú misma y hasta al horno. Saben igual de ricas.
Ahora bien, ¿qué es alimentarse bien? Lo básico: desayunar, almorzar y cenar. Obvio, agua, agua y más agua. Los nutricionistas recomiendan hacer tres comidas y tres meriendas, hidratarte bien y hacer ejercicios. Pero, seamos sinceras, otra vez. ¿Con qué tiempo? Ser madre es 24/7 y muchas veces no tenemos tiempo ni de mirarnos al espejo a ver si lo que nos pusimos nos gusta como se ve. Así que, hay que ser creativas y buscar opciones sencillas y que no, nos ocupen mucho tiempo.
Cuéntanos, a una Jeva con Hambre y a mí, Mamita Obrera, cómo te alimentas o qué consejos puedes darles a las mamitas lactantes o próximas a serlo.
Es, sin duda, una decisión llena de beneficios y lecciones diarias. Lactar es crear un vínculo único con tus hijos e hijas. Es permitir que tu cuerpo trabaje de manera natural y con común sentido. Existen muchos grupos de apoyos y mamás que han pasado, de seguro, por lo que tú estás pasando. Date la oportunidad. Aquí estamos para apoyarte.
#VivaLaTeta #MaternidadFeminista