Lo que antes fue un restaurante, hoy se levanta para ser un lugar de eventos. Localizado en el Parque Luis Muñoz Rivera en San Juan, El Livin promete una experiencia extraoridinaria en lugar mágico y acogedor.
“Ante la gran demanda y separaciones de fecha que tuvo El Livin para celebrar actividades privadas, vi la oportunidad de cambiar el concepto. Y como el espacio se presta para esto, me arriesgué e hice el cambio de restaurante a “event venue”, destacó Nancy Rodríguez propietaria del lugar.
Este distintivo venue ofrece servicios para fiestas de clases graduandas, bodas, reuniones, celebraciones familiares o entre amigos. La antigua estructura ofrece privacidad dentro del paisaje natural que alberga el parque donde se encuentra localizada. Con una decoración ecléctica y elementos vintage que engalanan el salón, este lugar ofrece un gran ahorro para las personas que deciden festejar una velada allí.
“Nosotros cobramos por consumo, nos por el uso del espacio. Los paquetes de cuatro horas que ofrecemos empiezan en $30.00 por persona e incluye bebidas “premium”, así como el uso de las facilidades, mesas, sillas, cristaleria, vajilla, cubiertos, chef, meseros, bartenders, seguridad y limpieza” explicó Rodríguez. El menú al estilo bufé comienza en $25.00 por persona. También preparar paquetes especiales como brunch, desayunos, menú vegetarianos y paellas.
Yo fui una de las invitadas al evento de presentación y tuve la oportunidad de probar algunos de los platos más solicitados: lomo de cerdo relleno de guayaba y queso y envuelto en tocineta, arroz mamposteao, ensalada de lecguhas mixtas con queso, cebollas, setas, tomates “cherry” y una vinagreta de jerez. Otro de los platos que sirvieron fue pechuga de pollo a la parrilla con aderezo “ranch” preparado en casa.
El Livin acomoda a 80 personas sentadas o 250 de pies, si este es ambientado estilo cóctel. Este memorable espacio cuenta con salón principal, dos terrazas (una con vista al mar y otra que mira al parque), aire acondicionado, abanicos y una inmensa puerta de madera corrediza que resalta y brinda amplitud al espacio.
“Por estas razones, como la posibilidad de usar el parque para fotos o como parte de la misma ceremonia, la bodas se han convertido en el más celebrado aquí. Aparte de que las novias están tratando de economizar y prefieren sumarse a la tendencia de hacer bodas más intímas que combinen la formalidad con la elegancia y distinción, y que permitan fotografías en ambientes diversos y únicos” puntualizó George Maldonado, co propietario de El Livin.
UNA JEVA CON HAMBRE 