El sábado en la tarde luego de una entrevista que fui hacer, y termine muerta de hambre fui a comer a este lugar recomendado por unos amigos. Es en Condado se llama The Place At Condado. Fui bien recibida por el “Valet Parking”, y por la anfitriona del lugar la cuál me sentó rápidamente. El mesero se personó a mi mesa como a los 5 minutos se presentó muy cortes. Para comenzar pedí unas empanadas una de “Carne and Japanese Sauce” y la otra de pollo y “Aioli sauce” con jugo de parcha.
Al cabo de unos minutos me traen un jugo de parcha en un vaso de como 8oz aproximádamente cosa que cuando vi me dije a mi misma: “esto no empezó bien”. El jugo obviamente no tiene “refill” y es costoso para el vaso tan pequeño en el que viene.
Como plato principal pedí un hamburger de cordero (el lugar se especializa en hamburguers), cosa que luego de ver el menú me llamo la atención porque me encanta el cordero, este hamburger viene con una “Onion Ring” dentro, una opción diferente dentro del menú por eso lo pedí. Al igual que también pedí un hamburger de carne regular (el común) para eso de poder probar uno especializado y otro clásico. Esto con una orden de papas que son aparte todos los acompañantes al igual que las bebidas.
Llega mi plato con mis aperitivos (las empanadas), las salsas estaban muy ricas al igual que las empapanadas, el único fallo fueron las aceitunas, que estaban empaquetadas en las empapanadas y pues a las personas que como yo no, nos gusta esa pequeña bola verde pues es una desgracia, porque me gusta saborear la comida sin tener que estar escarbando.
Finalmente llega mi plato el hamburger clásico sabía muy bien, no me impresionó honestamente, pero si estaba bueno, era una clásica hamburgesa con pan, lechuga y tomate y la carne, que su sabor era muy bueno.
El problema fue mi hamburger de cordero, que venía tambien con una salsa en él que opacaba grandemente el sabor, y que a mi paladar resultaba desagradable, trate de arreglar la cosa poniendole salsa Aioli, pero no tenía solución no pude terminar de comermelo. De las papitas puedo decir que son sumamente finitas y vienen poquitas.
El lugar es pet friendly, tiene televisores al aire libre y una pequeña cancha para jugar baloncesto (algo sumamente divertido), había buen ambiente y muy limpio el lugar. Pienso que el lugar está bueno para ir a picar, ver un juego o una pelea mientras te das unas cervezas. Pero si quieres comerte un hamburger deliciosamente orgásmico pues hay otras opciones. De todas maneras espero volver y probar otros hamburgers para ser justa, quizás ese es el único que sabe malo. Obviamente no pediré más jugos.
UNA JEVA CON HAMBRE 