Este café se encuentra entrando por la calle Loíza a principios por la calle a mano derecha justamente que después de los libros públicos que tienen por allí (direcciones puertorriqueñas).

Tienen estacionamiento que es excelente, porque una falla que tienen muchos establecimientos de comida es la dificultad para encontrar estacionamiento. Yo me estacioné en un subterráneo que tienen justamente al lado y completamente gratis.

Luego de aproximadamente 10 minutos de espera por una mesa y una grata conversación, logro entrar y me siento en la barra. Se nos acerca con una amplia sonrisa la mesera Nicole, ofreciéndonos un café, mi respuesta como siempre fue “no me gusta el café” pues inmediatamente me sugirió té o chocolate caliente. Me decidí por el chocolate caliente luego de una corta platica sobre los tés. El chocolate caliente llegó acompañado de una  galleta, con forma de polvorón pequeña, pero sabía un poco a panetella, muy rica por cierto, comí dos, no pedí otra porque me daba verguenza, pero mi deseo era que me las pusieron todas de frente.

Comencé ojeando el menú y aunque estaba entre el churrasco y los huevos, me decidí por Huevos Benedictos (para la próxima vez espero escoger el churrasco). Dentro de la plática con la mesera, comento que no sé si me llené con lo que ordené y ella me sugiere ordenar pancakes, escogí uno de Red Velvet.

Entre historias compartidas y risas entre la mesera, llegó la comida, comencé probando los pancakes y voy a comenzar diciendo que son los mejores pancakes de Red velvet que he probado en mi vida. La textura ni muy gruesos ni muy flacos, con los bordes dorados y un sabor extraordinario, los sirven con un glaseado que crea la experiencia más placentera entre pancakes y paladar. Les comento que me lo devoré en un minuto e inmediatamente sentí que debí haber pedidos dos, por lo que rico que estaban.

Continúe con mi plato escogido, este vino acompañado de unas papas salteadas, cocinadas de manera tradicional estaban muy buenas. Los huevos Benedictos los probé, no sé si saben, pero estos se sirven sobre “English Muffin” y Canadian Bacon, mi muffin lo encontré un poco duro y seco para mi gusto, pero a pesar de eso estaban muy buenos. Tuve la oportunidad de probar los florentinos que son igual que los Benedictos pero tienen algo parecido a una salsa pesto pero de espinaca sobre el “English Muffin”. Después de probarlos descubrí que soy de huevos Florentinos no Benedictos. Cabe señalar que no los pedí de primera porque la espinaca no me gusta, pero los probé y estaban espectaculares. Se convirtieron automáticamente en uno de mis platos favoritos del Brunch. Sobre el precio es acorde a lo que te ofecen, son razonables y vale la pena pagarlo.

La experiencia completa en este lugar, fue una muy agradable, gracias a Nicole que me hizo sentir como si estuviera con una amiga o conocida desayunando, su trato familiar y alegre hizo la experiencia mejor de lo que pudo haber sido sin ella.